¿Es legal hacer una serie sobre casos reales sin el consentimiento de los protagonistas?

Con la reciente proliferación de la emisión de series basadas en sucesos mediáticos de crímenes, nos preguntamos si es legal realizar las mismas sin recabar el consentimiento de los protagonistas.

La respuesta a dicha incógnita en principio debe ser afirmativa, puesto que nuestros tribunales indican que prevalece el derecho a la creación artística sobre el derecho al honor, intimidad y de imagen.

El derecho a la creación artística está consagrado en el artículo 20.1.b) de nuestra Constitución española que “protege la creación de un universo de ficción que puede tomar datos de la realidad como puntos de referencia, sin que resulte posible acudir a criterios de veracidad o de instrumentalidad para limitar una labor creativa y, por lo tanto, subjetiva”.

Si los hechos contenidos en las series son conocidos, públicos y notarios, habiendo aparecido los mismos en los medios de comunicación, obteniendo una gran repercusión en la sociedad, se considera que el relato sobre el caso es de dominio público, no siendo necesario recabar autorización de los interesados para poder emitir la serie.

Nuestro Tribunal Constitucional considera que el objetivo principal del derecho a la producción y creación literaria y artística es proteger la libertad del proceso creativo literario, protegiéndolo respecto de toda interferencia ilegítima de los poderes públicos o particulares.

Los sucesos que se producen y mantienen en un hogar, sin transcender a la sociedad tienen carácter privado y si están protegidos puesto que son parte de nuestra esfera de intimidad. En cambio, si se proyectan socialmente y tienen una gran difusión, acaparando un enorme interés mediático, pueden ser objeto de derecho de producción y creación literaria.

El periodismo de investigación se centra en esta tipología de sucesos, por lo que su recreación en una serie es legal y es simplemente una evolución del formato tradicional.

Si las productoras realizan las series sobre este tipo de sucesos dentro de la legalidad, las limitaciones éticas o morales no son un obstáculo para su emisión. En definitiva, podrán seguir emitiéndose series sobre crímenes sin que sea necesario el consentimiento ni beneficio económico de los protagonistas.